Si, has leído bien el título del post. La verdad es que ya lleva tiempo rondando por mi cabeza esta frase. Seguramente es porque me la han repetido bastante últimamente… y os aseguro que parece muy chorras, pero cuesta entender el concepto en el sector empresarial, y mucho.
Soy un afortunado –o eso creo- al tener esa inquietud por hacer algo diferente y no dejarme llevar por la absorbente rutina diaria. Con muchas ganas de tirar adelante algún que otro proyecto, me he dado cuenta que montar tal engranaje a través de recursos financieros, humanos, tecnológicos… no sirve de nada si no le añadimos una propuesta de valor única en el mercado. Esto nos permite, a la larga, ofrecer empleo a la gente –darles valor volcando sus habilidades-, o lo que es lo mismo, hacerles felices, y encima podemos ganar dinero. Es decir, ayudamos a los demás con la finalidad de ayudarnos a nosotros mismos, ¿menudo chollo, no?

Un carrito de supermercado de Mercadona
Prueba de ello es Mercadona. La empresa valenciana es un caso estudiado incluso en Harvard. Y es que, su misión es la de satisfacer las necesidades de todos sus grupos de interés, principalmente sus clientes –a quienes llama “jefes”-, así como trabajadores, proveedores, sociedad y capital, con la finalidad de conseguir la máxima rentabilidad.
Y… ¿cómo definimos la propuesta de valor?
Cubrir una necesidad del cliente que aún no esté cubierta es difícil. No obstante, la clave está en cómo la cubriremos. Hoy en día muchas empresas se han dado cuenta de esto y lo que hacen es evolucionar constantemente la forma de cubrir las necesidades del consumidor, mejorando en calidad.

Delante actual logo de McDonald’s, detrás el antiguo
Aquí el ejemplo es Mcdonald’s. La empresa americana readaptó su color corporativo del rojo al verde. ¿El por qué? Las hamburguesas repletas de grasa ya no gustan al consumidor, ahora la tendencia es todo lo relacionado con lo healthy, es decir, las ensaladas (color verde). El producto es circunstancial, lo importante es entender al consumidor.
Los clientes son los mejores embajadores de tu marca
Es curioso como el cliente se ha colado en muchas empresas y se ha aposentado en el sillón del jefe, con todo el morro. El consumidor ha pasado de ser cliente a ser el CEO y, consecuentemente, el Marketing emocional juega un papel muy importante. Justificado está con Starbucks, empresa que decidió instalar sofás en sus cafeterías para que los clientes se sintieran como en casa, así como también innovó escribiendo sus nombres en los vasos de los cafés.

Vasos de café de Starbucks personalizados
En definitiva, la figura del Brand Manager ya no está de moda, se ha reconvertido al ser el cliente el que manda, él es quien crea la marca. Por lo tanto, deja que se sepa todo de ti, si no se mosquearán cuando se enteren. Y si las hamburguesas ya no gustan, cambia del rojo al verde con total transparencia, sin más. Y no te olvides de premiar a los clientes VIP, no por ser VIP precisamente, sino por ser tus guías… te dicen dónde ir, están cerca de ti y ayudan a tirar adelante tu trabajo… así que, ya sabes, a ayudar a los demás ayudándote a ti mismo… fácil y sencillo.
Hola David! Muy buena la frase «Ayudar a los demás ayudándote a ti mismo» Como bien dices, hay que tener muchas cosas en cuenta a la hora de llevar o empezar un proyecto, y pensar en el cliente es un imprescindible 😉 Nos leemos!!
ei Natalia!
Muchas gracias por comentar 😀
Pues es una frase que he aprendido en ESIC jeje.. pensar y escuchar al cliente será fundamental para algún que otro proyectillo 😛
Saludos!!
Genial David! Me encantó este artículo. Algo tan sencillo como darle el poder a tus clientes realmente es lo que te hace avanzar y prosperar. Solo hay que escuchar qué demanda el mercado, qué demandan tus clientes y servirselo. A veces estamos tan obsesionados en cómo ayudarnos a nosotros mismos (cómo generar mas ventas) que se nos olvida escuchar a nuestros clientes para saber el cómo ayudarles a ellos y eso evidentemente, repercute directamente en el cómo nos ayudamos a nosotros mismos.
Un fuerte abrazo!
Hola Sandra & Adri!
Gracias por pasaros una vez más 🙂
Totalmente de acuerdo con vuestro comentario, y lo cierto es que no es fácil darse cuenta de esto! Son muchas las empresas que siguen dándose de cabeza contra la pared una y otra vez…
Nos vamos leyendo, un abrazo!