Imagino que muchos de vosotros habréis visto y/o leído El Señor de los Anillos.

Hoy quiero hablar del síndrome Gollum, una tendencia entre los emprendedores que ya he escuchado varias veces desde que ha empezado a interesarme el mundillo del emprendimiento.

¿Y quién es Gollum? Pues uno de los personajes más populares (y repugnantes) de la saga de El Señor de los Anillos. Sinceramente, yo no soy muy fan de este tipo de películas, sin embargo, si me tengo que quedar con uno de los personajes, posiblemente sea con éste. Este personajillo, como ya sabréis, tenía la obsesión de hacerse con el anillo el cual lo denominaba como ‘mi tesoro’.

Algo similar ocurre con algunos emprendedores y sus ideas de negocio. Y es que, a día de hoy son muchos los  que tienen una idea de negocio pero que no la explican a nadie por miedo a que se la roben. Ya sea de forma consciente o inconsciente, esta actitud conlleva consecuencias graves para el desarrollo de la idea de negocio del emprendedor.

De la idea a la obsesión hay un paso

Soy de los que piensan que a veces es preferible lanzar la idea en un tiempo planificado y no prorrogar esa fecha; de este modo lanzamos una primera fase, recibimos feedback y corregimos errores. Con esto no me refiero a correr, simplemente tener claros unos objetivos, y saber priorizar lo que es importante a la hora de lanzar la idea al mercado, de lo que realmente no lo es.

Una patada en la frente nada más salir al mercado, escuece.

Eso lo tenemos todos claro, creo. Por eso el emprendedor quiere salir muy preparado. No obstante, obsesionarse con miedos, imperfecciones o detalles prácticamente insignificantes puede provocar que la idea no vea nunca la luz.

Consecuencias del síndrome Gollum

Generalmente el síndrome Gollum es habitual entre emprendedores “inexpertos”, con alguno de sus primeros proyectos (o el primero) y es un error que suele acabar con un mal final. Se trata de emprendedores que no quieren revelar ningún tipo de información de su idea de negocio… “¡Es mía, mi tesoroo!», lo que les puede conllevar consecuencias fatales para el desarrollo de su proyecto:

#1 Imposible mejorar

Si sufres el síndrome Gollum el principal problema con el que te encontrarás es que, si no compartes tu idea, nunca sabrás en qué puedes estar fallando o en qué puedes mejorar. Y, ¿qué mejor manera que compartir tu idea con expertos en la temática?

Además, tal y como ya he comentado más de una vez, el cliente es quién manda en cualquier negocio, así que si tu idea está incomunicada con el mercado, difícilmente darás con la tecla. Y, evidentemente, tu idea tendrá carencias o detalles importantes por mejorar, eso no lo dudes.

#2 Amor ciego por tu idea

El emprendedor Gollum está enamorado de su idea, es su tesoro y no le importa nada más. Por lo tanto, el segundo problema con el que te puedes encontrar es que, una vez consigues dar el paso y expliques tu idea a personas que te puedan ayudar, no acabe de gustarte esto de que te propongan cambios ahora que ya tenías prácticamente el chiringuito montado.

Normalmente los cambios no suelen gustar, por su dimensión o por falta de resiliencia del emprendedor. No obstante, es importante saber escuchar a expertos (o no tan expertos) que puedan aportarte mejoras para tu idea de negocio.

A veces algo que es imprescindible para el emprendedor, no es tan importante para tus clientes potenciales, o a la inversa. Por lo tanto, cuanto antes dejes que terceras personas aporten opiniones, problemas, soluciones para tu idea, mejor.

Cuanto más compartas tu idea, más posibilidades tendrás de triunfar.

#3 Cerrar puertas a posibles aliados

Y te aseguro que los necesitas. Amigos, familiares o compañeros de trabajo. Si no compartes tu idea seguro que te pierdes mucho. Nunca sabrás de dónde puede salir un partner, socio o trabajador para tu proyecto. Ellos pueden ser la primera fuente de financiación o de recursos para dar los primeros pasos en la puesta en marcha de tu idea.

Compartiendo tu idea desde el minuto cero podrás empezar a forjar vínculos con clientes potenciales o empresas que pueden complementar tu oferta.

Si quieren copiar, que copien

Ten en cuenta que no todo el mundo tiene la predisposición a emprender, y muchos de los que la tienen no estarán por la labor de copiarte tu “maravillosa” idea. Es más, seguro que a muchos a los que les cuentes tu idea pensarán que es una chorrada, pérdida de tiempo o un suicidio.

Puede que algunos piensen que es una muy buena idea, pero de aquí a que piensen ¡lo voy a poner en marcha antes que tú!, hay una gran diferencia.

Sin embargo, si se atreven, que te la plagien y que la pongan en práctica. El éxito de tu proyecto no depende solamente de tu idea, sino de su ejecución. Y en este sentido tú ya tienes mucho ganado después de tanto tiempo desarrollándola. Y, lo mejor de todo, las ganas e ilusión que le has puesto y pondrás tú, no te las podrán copiar.

Las ideas se pueden copiar pero la actitud emprendedora no.

¿Dices llamarte emprendedor/a?, ¿y en serio tienes miedo de que copien tu idea? Si eres una persona emprendedora el miedo no debería de ser un obstáculo para ti. De verdad, no escondas tu idea, ha costado mucho llegar hasta aquí… seamos emprendedores de la cabeza a los pies. 😉

David Pinazo

David Pinazo

Consultor de Marketing Digital y Diseñador Web freelance, especializado en WordPress y Posicionamiento SEO & SEM. En 2014 inauguré mi primer blog y desde entonces disfruto dirigiendo, desarrollando y colaborando en proyectos web.